Ritual Decoragloba para el Día de las Madres

Hay días sublimes que nos recuerdan toda la belleza de este mundo. El Día de las Madres es una fecha sublime porque la fuerza celestial del Universo se derramó para que despertaras al mundo. Abriste los ojos. Asustado. Un llanto. Dos. Y allí estaba ella, sonriéndote y entregándote la vida. Aceptándote y amándote incondicionalmente desde ese primer instante.    

Dicen que los días únicos merecen acciones mágicas, acciones que cubran tu existencia y la de ese ser especial en un esplendor floreciente. Por eso, porque tu esplendor, tu magia, nos importa, DECORABLOBA quiere acompañar tu Día de las Madres compartiendo nuestro ritual al olor de Recuerdo entre Almendros para que le toques el corazón a tu madre.


 

Ritual Decoragloba

  1. Levántate bien temprano.
  2. Camina despacio hacia el cuarto donde está la hacedora de tu vida.
  3. Contémplala bien.
  4. Rocía despacio unas flores en su cama.
  5. Préndele nuestra fragancia Recuerdo entre almendros https://cutt.ly/Recuerdo-entre-almendros. Es ideal para que la envuelvas en un abrazo cálido de aromas que expresan gratitud y amor.


 

Un plus de carga energética: 

No dejes de mirar a tu madre. Interpreta su respiración. El sueño. La levedad del cuerpo inerme. 

¿Desde cuándo hace que no la ves dormir con tanta dejadez?  Los ligeros toques amaderados de pachuli recrean una atmósfera cálida y bella. Conducen el espíritu hacia un sueño plácido.

 

 

Experimenta cómo cargas de tu ser su ser. Velas el sueño de la persona que lleva tatuada en su piel las marcas de haberte cuidado por años, ¡tanta entrega!, arropada ahora por la vainilla y el ámbar gris que calan y amansan el alma.

 

 Importante que cierres el ritual

Ahora sí, toma su mano. Bien despacio. Siente cómo fluye todo. Deja que se despierte lentamente al tacto. Mírense como quién rompe la inercia de tantísimas horas acumuladas de no divisar a tu madre cómo lo has hecho hoy. 

Respiren el aroma de Recuerdo entre almendros https://cutt.ly/Recuerdo-entre-almendros.

Respiren los momentos de infancia. Los libros de la Grecia Clásica que te leía. La casita de campo donde pasaban las vacaciones y ella te columpiaba al pie del árbol de los almendros.

Dale un beso en la frente y dile:
                                                   “Quería cuidarle el sueño como usted lo ha hecho                                           durante tantos años por mí”.

“La amo, madre. Bendecido soy de tenerla. Felicidades”.

DECORAGLOBA desea que pasen el mejor de los días juntos.

¡Felicidades en tu día, madre que nos lees!